miércoles, 19 de octubre de 2016

Solemnes Cultos Extraordinarios Soledad del Puente 2016

Con motivo del 75 aniversario de su Titular, un grupo de hermanos de la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad del Puente ha realizado este año unos cultos extraordinarios para la celebración de dicha efeméride. 
  • Solemne Besamanos

El 5 de marzo de 2016 se realizó el Solemne Besamanos a la Señora del Jueves Santo. Para la ocasión varios hermanos montaron un altar en el que se entroniza a la Virgen. En él podemos observar varios detalles: si nos fijamos en el retablo, donde debería estar Nuestra Señora de la Soledad, podemos ver una silla. Esto significa que la Virgen ha bajado de su trono para estar más cerca de sus fieles. 

Nuestra Señora de la Soledad del Puente fue vestida de hebrea (debido al tiempo litúrgico —Cuaresma—). Fue la primera vez que esta Sagrada Imagen era vestida así, poniendo un antes y un después en la Hermandad.






  • Solemne Triduo 8, 9 y 10 de septiembre, Solemne Función Religiosa el 11 de septiembre y Misa de Difuntos el 12. 

La celebración de un ciclo de cultos en torno a la Función Solemne es una costumbre centenaria en las Hermandades y Cofradías, tanto de Pasión como de Gloria, y en toda la geografía española. En nuestra ciudad, el ciclo de cultos más conocido es la Novena en honor a la Virgen de las Angustias del Santuario, de la que se tiene constancia desde tiempos muy remotos.

Para la celebración del Triduo, su Solemne Función y la posterior Misa de Difuntos, Nuestra Señora de la Soledad estrenó saya de brocado dorado y manto de terciopelo azul noche con bordado en las vistas, cosidos por tres hermanos. Además, se hizo un altar de cultos (estrenado el pasado 2015) en el que reposó la Madre durante estas fechas.







  • Rosario vespertino el 15 de octubre de 2016



En Cuenca no hay constancia documental, hasta la fecha, de la existencia de Rosarios Públicos, aunque ciertamente se debieron celebrar, pues como era una costumbre totalmente arraigada en la España barroca y dieciochesca. Sí sabemos que muchas hermandades celebraban cultos públicos, siendo el más famoso y llamativo de ellos el que la Hermandad del Stmo. Cristo de la Agonía celebraba con su histórico Titular —conocido hoy por todos como el Cristillo de marfil—, con el que hacía un Vía Crucis público todos los viernes de Cuaresma hasta comienzos del siglo XX. También como culto público podemos señalar la participación, bien documentada, del Stmo. Cristo de las Misericordias en las ejecuciones de los reos de muerte. Por no hablar de las más que frecuentes procesiones de rogativas que se hacían cuando se daban epidemias o sequías, cuya forma concreta desconocemos.
En tiempos recientes, la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Amarrado a la Columna ha recuperado esta costumbre, al organizar su ya tradicional Vía Crucis del primer viernes de Cuaresma.
Hay que aclarar que el Rosario Público no es una procesión, sino un culto que, por sus especiales características, se celebra de forma itinerante, de cara al público y en la calle. Por lo tanto, el objetivo de esta salida no es el de celebrar una salida procesional, con todo lo que ello conlleva. De lo que se trata es de realizar un rito estacional, un recorrido devocional en torno a la Santísima Virgen María, permitiendo que los devotos de Nuestra Señora de la Soledad se acerquen a Ella y vivan junto a Ella una jornada de oración y recogimiento.


La Santísima Virgen estrenó para esta ocasión manto negro de terciopelo liso, y tres hermanos restauraron la saya de terciopelo granate que no llevaba desde hacía décadas, recuperando una estampa añeja en la vestimenta de la Virgen para rememorar cómo procesionaba en sus orígenes.
El paso iba exornado con clavel blanco y nardos.

El cortejo fue abierto por la cruz de guía, dos faroles y la campana de la Archicofradía de Paz y Caridad.

A continuación, en el primer lugar, iban los representantes de las Hermandades que tienen una Titular Mariana y que fueron invitadas por tratarse del primer culto público de estas características celebrado por una dolorosa conquense desde la reconstrucción de la Semana Santa en 1940, con guión y dos cetros, por orden de antigüedad: Venerable Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Vera Cruz; Venerable Hermandad de Jesús entrando en Jerusalén y Nuestra Señora de la Esperanza; Venerable Hermandad de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado y María Santísima del Amparo; Venerable Hermandad de María Santísima de la Esperanza; Real, Ilustre y Venerable Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Real, Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol.

En segundo lugar, la representación de Hermandades y que celebran en 2016 el 75 aniversario de su Imagen Titular, con guión y dos cetros, por orden de antigüedad: Venerable Hermandad de Jesús Orando en el Huerto (de San Esteban); Venerable Hermandad del Santísimo Ecce Homo (de San Miguel); Venerable Hermandad de San Juan Apóstol Evangelista; Real, Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno (de El Salvador).





En tercer lugar, la representación de Hermandades con las que la Hermandad tiene una vinculación especial, con guión y dos cetros, en el siguiente orden: Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Luz, por tratarse de la corporación que rinde veneración a la Patrona de Cuenca, que da nombre y preside su Sede Canónica. Archicofradía de Paz y Caridad, a la que pertenece la Hermandad. Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y la Cruz, con la que comparten advocación. Y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad (de San Agustín), con la que están hermanados. Así como las Hermandades que han cedido enseres para este acto: V. H. de N.P. Jesús Amarrado a la Columna (andas), V. H. de N. P. Jesús Nazareno del Puente, la Hermandad de la Virgen de Lourdes (enseres y faroles), la Hermandad del Silencio de Madrid (ciriales) y una Hermandad Sevillana que cedió sus dalmáticas.

En el tramo de luz (hermanos de luz), abría el estandarte de la Hermandades de Nuestra Señora de la Soledad del Puente, acompañado de dos faroles. Le seguían los hermanos alumbrando con cirios, así como el guión de la Hermandad, que fue flanqueado por todos los Hermanos Mayores de este año y la Junta de Diputación de la misma con sus cetros. Tras ellos, iban cinco acólitos con dalmáticas, ciriales e incensarios.

El acompañamiento musical fue un trío de metales interpretando música de capilla y, durante el Rosario, se fueron rezando los misterios dolorosos.

Cabe destacar la entrada de Nuestra Señora de la Soledad del Puente en la Iglesia de El Salvador, primera Casa que acogió a la Sagrada Imagen debido a las obras que por aquellos años se estaban realizando en la Iglesia de la Virgen de la Luz.




























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