Aún con la procesión anterior sin terminar, las puertas de
San Esteban se abrieron para convertir Cuenca en un fiel reflejo de lo sucedido
en el Calvario. A escasos minutos de las 13:00 salía la Vble. Hdad. del
Santísimo Cristo del Perdón -La Exaltación-. Continuaba ésta por Diputación
cuando salió el Santísimo Cristo de la Salud -El Descendimiento-, que iría acompañado
de la Banda de las Mesas durante todo el recorrido.
Pronto llegó la Banda de la Junta de Cofradías a la Puerta
de Valencia, la cual estaba llena de gente. Tras el paso de las dos hermandades
procedentes de San Esteban, se incorporaría desde el Convento de las
Concepcionistas la Real, Iltre. y Vble. Cofradía de Ntra. Señora de las
Angustias. La Banda de Osa de la Vega
recibiría en primer lugar al paso de El Descendido con La Muerte no es el final. Acto seguido, la plaza entera trataría de
consolar el dolor de la madre que perdió a su hijo; Ntra. Sra. De las Angustias
estaba en la calle.
El Salvador aguardó
paciente y la campana de reo de muerte anunció que el momento había llegado.
Tras el paso de la Exaltación salió del templo el Cristo de Marfil, seguido del
Santísimo Cristo de la Agonía, cuyo sonido de horquillas se confundía entre las
notas del Himno Nacional. Tras ellos, la
pequeña plaza del salvador se vistió de morado y oro viejo. La Vble.
Hdad del Santísimo Cristo de la Luz ponía en la calle a La Lanzada, seguida del
titular de la hermandad, el Santísimo Cristo de la Luz (vulgo de los espejos).
Con la banda de Yátova acompañando, Cristo muerto en cruz de espejos, ascendía
por solera completándose así la procesión.
Llegó el cortejo a la Plaza
Mayor, donde se produjo el descanso habitual. Una vez a hombro, dejando atrás
las borriquetas que sustentaron los pasos en la plaza, la procesión de los cristos descendió hacia la parte
moderna de la ciudad. En San Felipe Neri las voces del Coro del Conservatorio se
expandieron por el aire. Largas y coloridas filas de nazarenos ocuparon después
las curvas de la Audiencia y Palafox. En torno a las 17:30 de la tarde la
procesión alcanzó Calderón de la Barca y Carretería después, ambas calles
llenas de público.
Otra vez en San
Esteban, la Exaltación terminó su recorrido acompañada por una magistral Caridad del Guadalquivir de la Banda de
la JdC. El Descendimiento también finalizó allí ese Viernes Santo de cielos
cubiertos. Tres hermandades continuaron su camino. Cristo Descendido y Las
Angustias retornarían poco después a su templo de salida en la Puerta de
Valencia.
Curiosa estampa nos
dejó el final de la tarde, siendo una noche cerrada la que recibiría a las dos
hermandades restantes en el Salvador. Primero haría su entrada la hermandad del
Cristo de la Agonía, acompañada de Pasa
la Soledad interpretada por la Banda de la JdC, la cual pronto encabezarían
el Santo Entierro. La Lanzada llegó a la plaza del Salvador, después, el Stmo.
Cristo de la Luz entraría con su marcha, del maestro Sendra, dando por
finalizada la procesión En el Calvario.
Autor Crónica: Espejos
Autor Crónica: Espejos
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